Existen mitos en torno a la ataxia que estigmatizan a esta enfermedad, pero la realidad es muy distinta. En este artículo desmontaremos algunos de estos mitos.

La ataxia se refiere a la torpeza o pérdida de equilibrio y coordinación que no se debe a debilidad muscular. A menudo se considera como una enfermedad específica, pero en realidad, es un síntoma de muchas afecciones diversas que afectan el sistema nervioso. A menudo se asocia con problemas de coordinación, equilibrio y marcha, dificultades con las tareas motoras finas y problemas con el habla y la deglución . Aunque la ataxia puede ser hereditaria, también puede desarrollarse debido a factores genéticos, el uso de alcohol o lesiones.

 

Mito 1: La ataxia es una enfermedad en sí misma y muy rara

Realidad: Aunque la ataxia es un síntoma que cursa con muchas afecciones diferentes (no es una enfermedad en sí misma), no es tan común como otras enfermedades neurológicas, pero no es tan rara como se podría pensar. Existen diferentes tipos de ataxia y afectan a miles de personas en todo el mundo.  Por ejemplo, la ataxia de Friedreich es una de las formas más comunes de la ataxia.

 

Mito 2: La ataxia solo afecta a las personas mayores

Realidad:        La        ataxia puede afectar            a personas de todas las edades, desde niños hasta ancianos. Existen ataxias hereditarias que pueden manifestarse en la infancia o en la adolescencia, así como formas adquiridas que pueden presentarse en la edad adulta.

 

Mito 3: La ataxia es contagiosa

Realidad: La ataxia no es una enfermedad contagiosa. La mayoría de los tipos de ataxia son hereditarios, lo que significa que se transmiten genéticamente de padres  a hijos. Otros tipos pueden ser causados por factores ambientales, como lesiones cerebrales, pero no se transmiten de persona a persona.

 

Mito 4: No hay tratamiento para la ataxia

Realidad: Aunque actualmente no existe una cura para la mayoría de las formas de ataxia, hay tratamientos que pueden ayudar a manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Estos tratamientos incluyen fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia y, en algunos casos, medicamentos.

 

Mito 5: La ataxia siempre empeora con el tiempo

Realidad: Aunque algunas formas de ataxia son progresivas y pueden empeorar con el tiempo, no todas las ataxias siguen el mismo patrónLa progresión puede variar mucho de una persona a otra y depende del tipo específico de ataxia. Algunas personas experimentan un empeoramiento lento y gradual, mientras que otros pueden estabilizarse durante largos periodos.

 

Mito 6: Las personas con ataxia tienen problemas mentales

Realidad: La ataxia afecta principalmente a la coordinación y el equilibrio, pero no implica problemas cognitivos. La mayoría de las personas con ataxia tienen capacidades mentales completamente normales. Sin embargo, en algunos casos, pueden coexistir problemas cognitivos dependiendo del tipo específico de ataxia y sus causas subyacentes.

 

Mito 7: Las personas con ataxia no pueden llevar una vida normal

Realidad: Muchas personas con ataxia pueden llevar vidas plenas y activas. Con el apoyo adecuado y las adaptaciones necesarias, pueden trabajar, estudiar, practicar deportes y participar en diversas actividades sociales. La clave es el manejo adecuado de los síntomas y el acceso a recursos y apoyo.

 

Mito 8: La ataxia es siempre hereditaria

Realidad: Si bien algunas formas de ataxia son hereditarias, también puede ser causada por lesiones cerebrales, accidentes cerebrovasculares, tumores, infecciones o trastornos autoinmunes. La ataxia adquirida no tiene un componente genético.

 

Mito 9: La ataxia es sinónimo de debilidad muscular

Realidad: Se refiere a una falta de coordinación y control muscular.

 

La ataxia se diagnostica generalmente por un neurólogo, quien llevará a cabo una evaluación física y neurológica y, posiblemente, solicitará pruebas adicionales, como resonancias magnéticas, análisis de sangre y pruebas genéticas. Una vez diagnosticada, el tratamiento varía dependiendo del tipo y la causa de la ataxia, pero en general se centra en la gestión de los síntomas y puede implicar medicamentos, dispositivos de asistencia, y terapia física o del habla (logopedia). Además, no existe una cura para la ataxia, pero con el seguimiento adecuado y el tratamiento de los síntomas, muchas personas pueden llevar una vida satisfactoria.

 

En resumen, la ataxia es una condición compleja que a menudo está rodeada de mitos. Es importante desafiar estas percepciones erróneas y difundir información precisa sobre la ataxia para aumentar la conciencia y comprensión de esta enfermedad. Con un mayor conocimiento y apoyo, podemos mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la ataxia.

/* JS para menú plegable móvil Divi */