La esperanza de reprogramar células
Fuente, 17 de septiembre de 2017
El Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología, ubicado en el Parque Tecnológico, acoge un proyecto que podría dar un halo de luz a enfermedades neurodegenerativas como la ataxia de Friedreich, la esclerosis múltiple o la enfermedad de Huntington
Claves para comprender el proyecto – Un hallazgo revolucionario de hace solo una década:
El equipo trabaja con las células reprogramadas, un hito que descubrió en 2007 Shinya Yamanaka y que consiste en hacer que las células somáticas de un adulto sean equivalentes a las embrionarias, a través de su reprogramación. La conversión permite que sean aplicables a cualquier célula de nuestro cuerpo.
¿Qué beneficios arroja esta investigación?
Por un lado, ahondar en el conocimiento de la peigenética de estas enfermedades; en el caso de la esclerosis múltiple aún no se conoce su origen molecular. Y, por otro lado, crear modelos de la enfermedad en placa.
Los modelos en la enfermedad en placa, una opción más:
Hasta ahora, se trabaja en tejido «post mortem» y animal en estas enfermedades degenerativas. La creación de modelos en placa aumentaría las posibilidades de testear nuevos fármacos y dar con posibles dianas terapéuticas hasta ahora desconocidas.
Objetivo final de la investigación
Sin saber qué puede generar las pruebas de posibles placas, la doctora asegura que generar conocimiento es la actividad principal.
Un programa que lidera la doctora Elena González, y que apuesta por conocer la naturaleza molecular de estas patologías y crear muestras en placas que ayudarían a buscar nuevos fármacos o dianas terapéuticas más efectivas. Este programa tiene la financiación asegurada hasta 2020, y el equipo está ahora inmerso en la primera de las dos fases que componen este proyecto.
El diagnóstico de cualquier enfermedad golpea, como una barra de frío acero, en el núcleo familiar. Escuchar diagnósticos como Ataxia de Friedreich, esclerosis múltiple, o enfermedad de Huntington, paraliza la vida de cualquiera. Sin embargo, la existencia de quien la padece y su alrededor se llena de fuerza y vitalidad para luchar en busca de un fármaco más efectivo, una terapia más prometedora. En definitiva, una vida mejor.
La enfermedad de Huntington, la Ataxia de Friedreich, y la esclerosis múltiple, son tres enfermedades neurodegenerativas aún sin cura. Sin embargo, en el laboratorio número 1 del Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (Bionand) trabajan para arrojar nuevos conocimientos y comprender mejor aún el comportamiento molecular de cada una.
Bajo el nombre ‘Reprogramación celular y su aplicación en modelos de enfermedad’, la investigadora Elena González dirige un equipo que trabaja dos líneas: La epigenética -factores- de estas enfermedades, que ayudaría a conocer por qué las moléculas generan dichas mutaciones, como es el caso de la enfermedad de Huntington, y Ataxia de Friedreich, o, incluso, descubrir cuál es el origen molecular de la esclerosis múltiple. Un enigma aún sin resolver en la medicina.
Su otra línea de investigación se centra en la creación de modelos de dichas enfermedades en placa. Una vía que ampliaría los conocimientos existentes y ofrecería un mundo desconocido para testear posibles nuevos fármacos. En la actualidad sólo se trabaja con tejido post mortem o animal. El trabajo de enfermedades en placa sería una opción más y en enfermedades como el parkinson o alzhéimer está muy avanzado este campo. Una vía que consiste en la reproducción de la patología y sus fenotipos que se valida en los modelos… «Estas líneas nos darían pistas para testear fármacos y posibles orígenes moleculares de la patología e identificar nuevas dianas terapéuticas», sentencia.
Con Elena González como investigadora principal al frente, el equipo está compuesto por cuatro investigadores, el director del Laboratorio Andaluz de Reprogramación Celular, Jose Cibelli, que trabaja en el Michigan State University (MSU), y aquellos alumnos que logran ser becados y se quedan en el proyecto. Una iniciativa subvencionada por el Ministerio de Economía y Competitividad, la Fundación Gemzyme, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y la Universidad de Málaga. El único equipo de investigación con publicaciones hasta el momento en Málaga que trabaja con la reprogramación celular dentro de este ámbito.
La doctora González, seleccionada en 2016 por el prestigioso programa Ramón y Cajal, logra tan solo un año antes obtener financiación propia para trabajar en esta línea. Tras un periplo por EEUU y Sevilla, es en la sede de Bionand donde se convierte en independiente económicamente para desarrollar su trabajo con financiación asegurada hasta 2020.
«Yo no me atrevo a decir qué pasará en los próximos años, pero puedo decir que habrá muchos más avances en el campo de la biomedicina», sentencia. Y es que la reprogramación celular es un hallazgo relativamente reciente. Hace sólo diez años que el japonés Shinya Yamanaka -ganador del Nobel de Medicina en 2012- logró reprogramar las células somáticas de un adulto para que fueran pluripotentes: las conocidas como células iPS. Un hallazgo que las convertía en equivalentes, en gran parte, a las células embrionarias; lo cual les hacía aplicable, a priori, a cualquier tipo celular.
Una auténtica revolución en el campo de la investigación, que eliminó los problemas éticos que podía plantear el uso de embriones, e hizo trabajar a gran parte de la comunidad científica en su eficiencia, base molecular y posibles aplicaciones. La medicina personalizada para abordar patologías y posibles trasplantes fue una de las grandes apuestas pero el coste necesario para ello es inasumible. Países como Japón trabajan en estos momentos para crear bancos de células adultas que sean lo más compatibles posibles con la población. Una fórmula más económica, según cita González.
La segunda gran aplicación fue la creación de modelos de enfermedades; línea en la que el equipo de la doctora Elena está inmerso. Pero, a pesar de la rapidez con la que avanza la biomedicina, los tiempos son pausados en este trabajo. Se necesita un año para generar las iPS de una sola enfermedad y 3 o 4 años para generar el modelo en placa. González asegura que están aún en la primera fase.
Orígenes
El origen de esta línea por parte de la doctora Elena González se remonta a 2010, cuando investigaba dentro del campo de la neuroprogenitora y el cáncer cerebral en San Francisco (EEUU). La Consejería de Salud la captó para lo que se ha convertido en su actual investigación pero antes fueron a Michigan donde ejerce el director de dicha investigación, el veterinario y doctor en fisiología Jose Cibelli, en el Michigan State University (MSU). Dedicado al ámbito de la clonación de animales, estaba inmerso en un proceso de adaptación y transformación a la recién conocida reprogramación celular.
El trabajo que había llevado años atrás el equipo de Cibelli acerca de la identificación de los genes de un ovocito y la capacidad para reprogramar ese núcleo a través de uno somático le hizo estudiar nuevas posibilidades. «Como ya habían identificado factores presentes en el ovocito, yo empecé a usar candidatos, e identifiqué cuáles de esos factores que se expresan pueder ser cruciales para la reprogramación. Ahí empezó mi búsqueda»: Un trabajo que logró, una vez ya instalada en Sevilla, y que le ha servido para definir su actual línea de investigación y ser financiada para continuar.
«Me nutrí de información publicada por este grupo y, con mucho esfuerzo, identificamos un factor con un papel epigenético y delineamos una de mis líneas que es ver la epigenética que funciona en la reproducción celular descrita por Yamanaka, y la que nosotros describimos».
Un trabajo que la propia doctora califica como mágico, y en el que no descarta en un futuro ampliar sus conocimientos para abordar otras enfermedades neurodegenerativas. Pero, advierte, para ello se requiere de más personal y financiación.