Ataxia e Inteligencia Artificial

Hay un tema de actualidad  que últimamente se ha puesto de moda en todas las tertulias y mentideros del mundo mundial. Pero como casi siempre pasa se manosean tanto las cosas que al final lo único que se transmite es la preocupación, la intranquilidad y el miedo, quizás porque en estos lugares mediáticos se busca sobre todo el sensacionalismo que es lo que produce más cuota de pantalla y por tanto dinero en metálico.

 

Ese tema protagonista no es otro que la inteligencia artificial con sus más y sus menos, pero sobre todo con sus menos, porque parece que lo que se busca es difundir el terror a toda costa.

 

Pero, ya saben nuestros asiduos, que en estas páginas nunca le hacemos ascos a cualquier tema que pueda tener relación con “lo nuestro”. Y tratamos cualquier aspecto de la vida, pero siempre a nuestro estilo y con nuestros principios asentados a lo largo del tiempo de vida de nuestra publicación. 

 

En este sentido, siempre hemos partido de la premisa de que no se puede hablar de algo sin conocerlo lo mejor posible. Y para ello nada mejor que preguntárselo directamente al protagonista, y por eso desde este Boletín hemos hablado directamente con la propia Inteligencia Artificial, o al menos con su representante más accesible y conocido en la actualidad, con el ChatGTP.

 

Según nos contesta el propio Chat GPT ante la pregunta de qué es la inteligencia artificial, esta es, simplemente, “una rama de la informática que busca desarrollar sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requieren de la inteligencia humana, como el procesamiento del lenguaje natural, el reconocimiento visual o la toma de decisiones. La IA utiliza algoritmos y modelos matemáticos para aprender de los datos y realizar tareas específicas”.

 

Y como siempre buscamos la relación de todo con lo que aquí nos reúne, también le preguntamos cómo la inteligencia artificial podía beneficiar al ámbito de nuestra enfermedad. Según ella misma, pues, “en relación a la ataxia, la inteligencia artificial puede tener varias aplicaciones y beneficios:

 

  • Diagnóstico: Los algoritmos de IA pueden analizar imágenes médicas, como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, para detectar anomalías o patrones asociados a la ataxia. Esto puede ayudar a los médicos a realizar diagnósticos más precisos y tempranos. Los algoritmos de aprendizaje automático pueden identificar patrones y señales que los médicos pueden pasar por alto, lo que puede permitir una detección más rápida y precisa de la enfermedad
  • Predicción de progresión: La IA puede analizar datos longitudinales de pacientes con ataxia y desarrollar modelos predictivos para estimar la progresión de la enfermedad. Estos modelos pueden ayudar a los médicos a anticipar el curso de la enfermedad en cada paciente y adaptar los tratamientos en consecuencia.
  • Asistencia en el diseño de tratamientos: La IA puede contribuir al diseño de tratamientos personalizados para pacientes con ataxia. Al utilizar algoritmos de aprendizaje automático, se pueden analizar datos genéticos, clínicos   de imágenes médicas para identificar patrones y correlaciones que puedan guiar el desarrollo de terapias más efectivas y específicas.
  • Terapia y rehabilitación: La IA puede ser utilizada para desarrollar sistemas de terapia y rehabilitación personalizados para personas con ataxia. Estos sistemas pueden adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente y proporcionar ejercicios específicos para mejorar el equilibrio y la coordinación motora.
  • Asistencia en la vida diaria: Los avances en la robótica y la IA pueden proporcionar dispositivos y asistentes inteligentes diseñados para ayudar a las personas con ataxia en su vida diaria. Estos dispositivos pueden ayudar con tareas cotidianas, como la movilidad, la comunicación, la planificación de tareas y la gestión de medicamentos, mejorando la autonomía y la calidad de vida de los pacientes.

 

Como podemos comprobar, el ChatGTP aborda inteligentemente, como no podía ser de otra manera, muchos de los aspectos interesantes para el tratamiento de la ataxia. Es más, aclara de forma sensata en un párrafo final, que “es importante destacar que la inteligencia artificial no es una cura para la ataxia, pero puede ser una herramienta útil en el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de esta enfermedad. El trabajo conjunto entre profesionales de la salud y expertos en inteligencia artificial puede llevar a cabo avances significativos en el manejo y calidad de vida de las personas con ataxia.”

 

También “el señor Chat” se cura en salud y añade que “hay que tener en cuenta que aunque la IA puede brindar beneficios significativos en el campo de la ataxia, no reemplaza la atención médica profesional. Los médicos y especialistas siguen siendo fundamentales para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes con ataxia”.

 

En definitiva, deja claro que ”la IA se presenta como una herramienta complementaria para mejorar la atención y los resultados de los pacientes.

 

Evidentemente, como todo nuevo avance tecnológico, puede ser bueno o malo, según se utilice. Y este en particular, que afectará a tantos aspectos y tan diversos como la producción, el empleo, el conocimiento, la salud, la economía y el desarrollo, mucho más que cualquier otro.  Serán muchos los ámbitos que se verán afectados de distintos modos, brindando oportunidades, pero también riesgos para lo cual se hace necesario contar con marcos normativos que orienten las acciones y las decisiones a seguir.

 

En este sentido, la UNESCO aprobó, ya en el año 2019, una iniciativa para elaborar una Declaración internacional sobre principios éticos para la Inteligencia Artificial.

 

Y en la actualidad, un grupo de 1.000 personas entre los que se encuentran científicos, ingenieros, intelectuales, empresarios, políticos y grandes nombres de la tecnología mundial, han firmado una carta abierta donde solicitan la suspensión durante seis meses del desarrollo de los mayores proyectos de Inteligencia Artificial, ante los «profundos riesgos para la sociedad y la humanidad» que pueden plantear sin el control y gestión adecuados.

Está claro que el progreso es algo imparable e inherente al ser humano y que lo verdaderamente importante es actuar siempre con sensatez, y sin perder de vista los valores éticos que deben regir la humanidad. Esperemos que en esta ocasión el ser humano actúe con “inteligencia” porque peligra nuestra propia existencia, y la ataxia será el menor de nuestros problemas.

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